viernes, 13 de julio de 2012

CRÓNICA DE UNA PRESENTACIÓN EMBLEMÁTICA (II)

16:00 horas. Damos más vueltas que un mariquita en una feria dado que la calle de destino se llama Tetuán y don Jesús le ha reinventado el nombre. Tardamos en dar con ella lo que las chicas en preguntar a una pareja de fornidos municipales (ya que en esto de admitir que estamos perdidas, somos las mujeres más flexibles que los varones). El sitio en cuestión es una sidrería especializada en costillas al horno y comida asturiana... (¡Ay, omá qué ricooo!) por recomendación de otro amigo virtual facebukero: Félix Jaime que nos promete tomar café con nosotros ya que el almuerzo, incluso a estas tardías horas, le resulta imposible. En mitad de la feliz charla recibo la llamada de Amelia Noguera, una compañera del grupo virtual Generación Kindle con la que contábamos para el acontecimiento y a la que ardemos en deseos de conocer. Por desgracia una tremenda gastroenteritis se ha cebado con varios miembros de su familia y con ella misma. Cosas que pasan, no puede venir, tendremos que conformarnos con los buenos deseos que me transmite. Pero es tanta la gana contenida que nos enrollamos a charlar de aquello que habríamos querido comentar de cuerpo presente y se nos va una hora. Cuando subo de nuevo a la mesa, el camarero está haciéndome vudú escondido tras el fregadero. La comida está riquísima y son tan amables de servirnos pese a que la cocina está ya cerrada. Y de repente... Él.




Félix Jaime. Ya somos un cuarteto. Íntegramente vestido de negro y alto, robusto. Qué dos grandes hombres nos flanquean, pensamos Angela y yo sin hablar, qué seguras nos sentimos. La charla es fluida, amena, no existen espacios vacíos, todo lo contrario, temo que vamos a acabar a tortas por robarnos la palabra unos a otros: nos sentimos tan a gustito y es tanto lo que queremos compartir... Una llamada del presentador del evento me devuelve a la realidad. Hay que salir zumbando para la librería. Se acabaron los cafeses y las sobremesas a la española, la hora de la verdad se acerca. Ay, qué nerviossss... 


19:00 horas. En la mismísima puerta de La casa del libro me topo con Miriam (Miri para los amigos). La tercera personita que se sentará en la mesa junto con Jorge Díaz y conmigo. Nos conocimos el pasado año durante la Feria del Libro de Madrid y enseguida se forjó entre nosotras una corriente de simpatía. Desde entonces hemos hablado por el chat de Facebook y consultado cositas para sus personajes y tramas. Hasta pretende bautizar a una de sus chicas con mi nombre!!!! Me encanta!!! Viene acompañada de Laura, dulce y preciosa. Las 3 nos fotografiamos (porque lo valemos) junto a los ejemplares de "GATO POR LIEBRE" y de "DEL SUELO AL CIELO" (esa Caye, esa Caye, eh! eh!) que están muy cómodos y calentitos entre Danza de dragones y la corbata del Sr. Grey. Un cosquilleo agradable me sube por el esternón y me pregunto si llegará a la campanilla porque tiene toda la pinta.


19:20 horas. Tercera planta de la tienda. ¿O era la segunda? Ay, con estos nervios no me acuerdo. Allí nos espera Jorge, un escritor y guionista que además es persona, al que admiro profundamente. Él no lo sabe pero el hecho de que se siente a mi lado y haya hecho un hueco en su de seguro apretadísima agenda para leerse "GATO POR LIEBRE" y venir a contarnos sus impresiones, me emociona y me hace sentir casi importante. Tiene un sentido del humor pausado como su hablar, enseguida se queda con el público. No podía ser de otra manera. Tiene carisma y eso solo ocurre en casos concretos. Se siente.


19:40 horas. Y da comienzo la sesión!! La sala va llenándose silenciosamente. Hay caras entre el público que me desconcentran. Amigas que hace tiempo que no veía, qué guapas están, cómo sonríen, qué de recuerdos me traen sus ojuelos. Qué bueno que el nacimiento de un libro sea excusa para el reencuentro. Los 3 mosqueteros nos turnamos en nuestras intervenciones, hablamos de todo un poco: del maltrato psicológico y sus diferencias con el maltrato físico, de esa inquietante personalidad que los psiquiatras llaman "PERVERSOS" (que es al fin y al cabo de lo que trata la novela) de la preparación y los estudios previos, de los posibles perfiles de la víctima, del cómo se gestó "GATO POR LIEBRE", de por qué se ha editado antes que la historia de Marina Valdemoriilos, la buena de Marina, que espera turno pacientemente apoyada en el quicio de la puerta sin atreverse a protestar. Cotorreamos y respondemos preguntas durante casi una hora y después llega la firma, la foto con los amigos (antiguos y nuevos) que han tenido a bien acompañarnos esta tarde, el breve intercambio de pareceres con los lectores (mi parte favorita aunque nunca disponemos de tiempo suficiente) y las felicitaciones. Nadie que escriba debería perderse este momento mágico de contacto real con el otro lado del mensaje: los receptores; aquellos sin los que nuestro afán de comunicar resultaría yermo e inválido. Su versión de lo que escribo me alucina, me encanta oírla, es abrir nuevas ventanas en la misma sala y dejar que la inunde un sol de otro universo hasta ahora desconocido.

Por eso, a tod@s mis lector@s, cada vez más numeros@s, gracias, gracias, gracias; 3 veces que es como según la sabiduría árabe, deben darse si de verdad se sienten.



20:50 horas. Nos despedimos con cierta pena de los que no pueden sumarse a la cena y nos alegramos de que otros sí se animen a hacerlo. Olalla y yo somos celíacas, no podemos comer gluten y el grueso del grupo se aviene de buen grado a buscar una coqueta pizzería que mi buena amiga y mejor escritora tiene fichada en Madrid, apta para los humanos con este problemita. Ellos comerán pasta normal, de la clásica. De la regüena, vaya. Olalla y yo nos conformamos con lo que nos ponen que nos sabe a gloria, especialmente tras tantas horas sin comer, cuando el golpe de adrenalina ya ha descendido y te das cuenta que te comerías a Dios por los pies... si se dejase. Y finalmente, llega Manuela. Con su carrito de gemelos ha cruzado media ciudad para venir a saludarnos. No me creo merecedora de tanto honor, decido repartir entre todos los presentes, al fin y al cabo los hay más interesantes que una servidora. Qué dulzura de niña, qué críos tan buenos (no dan un ruido) y qué apañadísima reunión de escritores y blogueros. Cómo nos divertimos, cuánto tendríamos que analizar...




Vuelvo en autobús gracias al lumbreras que asigna los horarios del AVE y ha decidido que el último saldrá de Madrid a las ocho y media de la tarde. Me espera un duro regreso soportando (aunque Jorge no se lo crea, jajajajaja) la charla infatigable y descontrolada de mi compañera de asiento con su másmejoramiga que se sienta en la fila de enfrente. No pego un ojo y cuando llego a mi casa a eso de las 8 in the morning, sé que perderé el viernes envuelta en un sonambulismo a medio cocer. Pero ¿a quién le importa? Estoy feliz, la dicha rezuma por todos mis poros igual que un botijo. Esto es lo que nos carga las pilas, lo que nos motiva, lo que nos mueve a sentarnos a crear delante de un papel o un teclado; ese "espero tu próximo libro con impaciencia" de l@s lector@s me da la vida. Por ellos seguiré adelante. Por ellos y por mí, porque como ya os he dicho alguna que otra vez, si no escribo siento que no puedo respirar. 

¡¡¡Hasta otra!!!

jueves, 12 de julio de 2012

CRONICA DE UNA PRESENTACIÓN EMBLEMÁTICA (I)

Arranqué con esta aventura del publicar, que no del escribir que ya me conocéis, que soy temprana y cansina, y cada vez que pasaba por la puerta de la Librería "LUCES", una de las más emblemáticas de mi Málaga natal, se me antojaba un sueño inalcanzable ver algún día mis libros colgados en sus estanterías. Esos desvelos ocuparon mi mente como un agujero de ozono hasta que fui a Madrid, a la Gran Vía, entré en LA CASA DEL LIBRO y me enamoré de sus estanterías verdes. No me olvidé de LUCES, no, solo que ahora, mi corazón estaba dividido entre dos amores... imposibles. La vida sigue, una se esfuerza y el empeño tarde o temprano se recompensa. Y por no aburriros os diré, que en ambos lugares han plantado sus hojas tiernas mis novelas y que en Madrid, "Un féretro en el tocador de señoras" y "Cuarentañeras" abrieron camino a sus hermanas menores y allá que me vi montada en el AVE un caluroso 5 de julio, armada de ilusión: iba a presentar "GATO POR LIEBRE", mi último hijo, en LA CASA DEL LIBRO de Gran Vía. ¿Es o no es un honor indescriptible para una provinciana como yo? Pues eso. No me llegaba el pompis al asiento. 

 14:00 horas. ATOCHA. Corre a mis brazos María Orgaz, bloguera, escritora y amiga en la distancia desde que su amor incondicional y su fe en mis historias nos unieron en la Feria del Libro del pasado año. Está guapísima, le brillan los ojos. Le regaño por estar demasiado flaca, ella me lo consiente, y nos ponemos rápidamente al día.




14:30 horas. Nos vamos al estanque de las tortugas donde he quedado con otra maravillosa amiga: Angela Ayensa. Una artista multidisciplinar, que aúna su buen hacer como pintora con la más sublime poesía dando lugar a una obra especial cuyos títulos me encandilan. Y mientras Ángela llega, María y yo observamos las tortugas: pequeñas, resbaladizas, insignificantes casi pero tenaces. Se esfuerzan durante minutos (que a ellas deben antojárseles horas completas) por salir del agua. La losa de cemento es alta, el nivel del agua no ayuda. Pero persisten y no se rinden. "Esos somos nosotros, los escritores" le digo a María. "Luchando contra viento y marea. Batallando por aquello en lo que creemos. ¿Y ves? Al final todas alcanzan su meta. El secreto está en no desfallecer".


14:50 horas: Una marabunta de rizos se me echa encima. Ángela huele divinamente y sigue tan enérgica y luminosa como la recuerdo de nuestros tiempos de la radio, donde la conocí. Hago las presentaciones y elegimos dónde tomar una cerveza bien fría, Madrid se cae a pedazos bajo un sol achicharrante. Pero como falta un fleco en nuestro grupo, ellas, que son las nativas (pongo cara de "modo cateta-on"), se deciden por un sitio céntrico y fácilmente localizable: El brillante.


Allí pruebo por primera vez los berberechos que me parecen riquísimos. Hasta hoy me daban como asquillo, pero este 5 de julio es especial, este jueves me atrevo con todo. Alargo el palito, pincho, saboreo y... ¡Oh sorpresa! ¡Qué delicia! Debería acordarme más a menudo de cuando era niña y me daban repelús las gambas. Ahora por un plato de ídems a la plancha ma-to. Si eJJJJJque sirve una lo mismo pa un roto que pa un descosío...




15:15 horas. Recibimos (algo jolgoriosas y achispadas, para qué negarlo) al único mocito de la reunión, Jesús de las Heras, escritor de la Generación Kindle, intrigado admirador de Gaby (la prota de "GATO POR LIEBRE"), simpatizante del simpar Abolafio y enemigo acérrimo de Miguel Ángel. Un señor de los pies a la cabeza con un agudo sentido del humor que enseguida se siente como en casa (o al menos eso es lo que nos parece) entre estas tres locas del volante. Ni le intimidamos ni nada. Como entre escritores anda el juego, nos zambullimos en el mundo de las letras, el estado de la industria, los dolores de la distribución y para cuando María nos anuncia que debe marcharse, caemos en la cuenta de que hemos perdido la noción del tiempo. Pero ¡si hay que almorzar!



Continuará...

 
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